
Por qué un puto perro cobra más que un puto actor? [...] Y al final es la puta directora la que tiene que hacer de puto actor que hace de puto perro en el PUTO TEATRO NACIONAL
Me gustaría poder describir y hablar de cada imagen, cada palabra, cada sentimiento que este pequeño diablillo me produjo ayer en "Perro muerto en tintorería: los fuertes".
Pero son tantos...Que ni al salir era capaz de recordar alguna de las frases que me fijaron a la butaca.
Sólo sé que salí del Valle-Inclán reiterando mi opinión sobre ella, no existe nadie en el panorama teatral español que esté a su altura. Pone voz desgarrada a muchos de los pensamientos que me invaden de vez en cuando. Comprendo su amargura, su depresión frente al mundo que la rodea, su odio hacia el patio de butacas que como bien dice representa a un estracto de la sociedad.
Me emociona su crítica airada, sin vergüenza y su capacidad de transformar el horror y el odio en poesía. Me siento orgullosa de poder compartir su pequeño mundo y envidiosa de no poder hacer lo que ella es capaz.
Ya era hora de que Angélica Liddell pisase el Teatro Nacional.
Hay algún hijo de puta que quiera MATARME?
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