Y porque a veces empiezas a creer en ti por otros.
Porque hay que creer. Porque viene muy bien un fin de fiestas en mitad del valle. Va estupendamente para dejar allí en los árboles del bosque y en la cabaña de madera todo loquepesa. Y es que no hay nada mejor que salir a escena a disfrutar, y disfrutar después. Compartiendo con amigos todo lo que no estás disfrutando desde la ciudad. Porque un par de días basta para limpiar. Porque ahora, justo en este momento, sabes que deseas más que nunca que llegue el día libre que no esperabas y que quieres pasarlo en el aeropuerto o en el barrio o en la cama o sentada en el suelo mirando a la luna. Teniendo ganas de verte (perífrasis verbal).
Y mira que te lo tengan que decir...Que no te hayas dado cuenta por ti misma. No. Tacho. Que tuvieras tanto miedo a darte cuenta. Y qué?
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