Sonrío. Y me cambia la tarde. El día. El humor y, sobre todo, los pensamientos negros y funestos... Basta una mirada para morirse de la risa y olvidar. Para relajarse. Una palabra... Para olvidar y poder recuperar las ganas de sentir, de vivir y hasta de no saber.... A veces de cerca y otras por teléfono... Y van los dos más importantes de mi vida y me regalan el mismo libro... Os quiero (con locura).
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