Me gustaría poder al balcón y gritar al estúpido que no deja de pitar, de tocar la bocina de su coche.
Pero supongo que no puedo. Por los estúpidos "acuerdos de educación socialmente aceptados". O algo así.
Entonces cogeré mi también estúpido abrigo y saldré a la calle. A mojarme con la lluvia y a hacer cien papeleos.
Claro que sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario