No me pienso comer ninguna polla que no me apetezca.
Así de rara soy yo, que sólo como lo que me gusta. Y las pollas me gustan. Pero no cualquiera. Llamadme exquisita.
A veces odio profundamente. Odio odio odio.
Y no me gusta. No me siento orgullosa. No me siento nada orgullosa.
Pero ya está bien, ¿no?
Me miro en el espejo y no me veo pintando en la frente "GILIPOLLAS". No. Señor Profesor. Se debe de haber equivocado. No tengo un pelo de gilipollas. Aunque cuando me salga con una respuesta que no me esperaba me quede con los ojos como platos y la cara a cuadros.
Esto me pasa por no comer pollas.
Quién me lo iba a decir a mí.
Me asquea profundamente. Pero no.
NO me voy a comer pollas que no me apetezcan.
NO me voy a tomar cañas con estupendos para que me den trabajo o se lo pasen genial con mis tonterías.
NO seré simpática con quien no me apetezca serlo.
NO dejaré de ser como soy.
NO dejaré de estar orgullosa de lo que soy y de cómo he elegido serlo.
NO NO NO NO NO NO
Y de fondo, me pongo a Muchachito. A ver si la rumba me saca la mala ostia que hoy me inunda.
2 comentarios:
Oye, que me parece fantástico, ¿pero en vez de muchachito no podrías ponerte algo más chulo? No se, a Los Damned, por ejemplo.
¿Y este es el comentario en el que me tiras los trastos?
Pssssssssssssss.
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