Me pica el coño.
¿Y a quién le importa?
A la humanidad no, desde luego.
Igual que cuando te echo de menos.
O como ahora. Que entro SOLA en casa.
Así, para ya casi siempre.
Y no tienes ni ganas de llorar por la pérdida.
Tanto vacío que no queda hueco.
1 comentario:
Unitínere.
Próximamente en las mejores cabecitas.
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