Te bañaste en melancolía en el aeropuerto.
Una melancolía estúpida. O no.
No se sabe muy bien cuales fueron las causas.
El regreso, el abandono o el enfrentamiento a lo que te esperaba cuando bajaras del avión.
Seguimos sin saberlo. Sólo queda mantenerse en esa desidia que te es difícil de abandonar.
Y que sólo desaparece alcohol y mimos de por medio.
Pensándolo bien, tampoco está tan mal...
Aunque las horas de ebriedad vienen a estar en bastante desigualdad respecto a las otras.
Quizá todo se quede en volver a coger el toro por los cuernos y dejarse de tonterías.
Que al final, te pueden las excusas.
Tú que te vanaglorias públicamente de ser "la antiexcusas", o la "asumetodoaunqueseaunabuenahostiaenlacara".
Calla. Deja de pensar. Acciona.
Hagan lo mismo. Si no, morirán del asco entre tanto calor.
1 comentario:
¿Qué tienen esos gallegos que no tenga yo?
¿Eh?=(
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