Por eso siempre intento llevarlo todo hasta la línea.
La del bien y el mal.
Con el hígado destrozado y con el corazón tirado en las alcantarillas del barrio.
Después de todo, te lo buscas.
Lo real es el límite, sí.
Pero quizá a veces te haga falta salir un poquito de ahí y mirarlo todo desde encima.
Con la razón por delante.
Niña loca...Llévame contigo a la luna dice el Plá.
Un momento. Te paras. Afinas el oído y... Sí.
Desde las cloacas alguien que no son las tortugas ninja están pidiendo a gritos el paseo hacia la luna.
Baja a la calle y di a quien habla desde el subterráneo que para eso hace falta tomar decisiones.
Y no livin' la vida loca.
Paso de tanta tontería, quieres decir (pero sabes que no).
Si es que te estás haciendo mayor, joder.
Gesticulas con la cabeza, haces movimientos afirmativos y entonces decides que lo mejor para la resaca es pegarte un buen trago de alguna mierda que te quite este dolor de cabeza y estos pensamientos inmaduros.
El puto límite.
3 comentarios:
Deja de pensar YA
No me da la gana.
De hecho, no sé vivir sin pensar.
PIenso, luego existo.
Existo demasiado.
Sí.
¡¡Bebé!!
=)
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