jueves, 17 de febrero de 2011

Un tranvía...

Si sigo durmiendo tan poco al final caminaré entre las nubes.
Porque el no-sueño hará que el miedo se vaya.
Y que me decida a flotar.
Y que no busque dobles.

Que camine lejos de la muerte, hacia el deseo.

Porque es lo que quiero.
Dormir (contigo).

Y, a veces, eso, me supera de fragilidad.
Porque aunque sea una bestia bruta que tira pa'lante, mis muñecas comotodayo son de cristal.
De cristal reconstruido con loctite, de mármol saturado y suturado.
Rupturado.
Por eso no tengo miedo a cogerme el autobús camino abajo.

Quiero.

No hay comentarios: