En un día como hoy Madrid se pone envidiosa de Barcelona.
Le falta la playa. Pero el salmorejo y el guacamole han estado a la altura.
Domingo domingo domingo domingo.
Quiero domingo ya. Día. Noche. Domingo todo el día.
O en estos días en los que pienso disfrutar de la tranquilidad.
Ni sé qué poner.
El sol me abruma la bruma de la cabeza y sólo pienso: sí. Domingo.
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