Alice me dijo antes de irse que no dejara de sonreír pasara lo que pasara. Que una sonrisa cambia la percepción de las cosas. Y es verdad, una vez más el pequeño y dulce mosquito francés acertó con sus consejos.
Desde hace un tiempo tenía que forzar la sonrisa para poder pensar en positivo. Ahora y después de dos meses ya no me hace falta el esfuerzo. Sale sola.
Vuelvo a ser feliz. A creer en mí y en las cosas que me rodean.
Todo sale.
Empieza una nueva etapa. El punto y final se convierte en una mayúscula de un párrafo nuevo.
Pase lo que pase estaré estudiando teatro de forma profesional
Seré actriz!!!
La niña rizosa de Carpio vuelve a sonreír para no dejar de hacerlo en mucho tiempo...
Besos