...Y el de aprender. Y el de sentir. Y el de vivir. Y el de crear...
Porque es más fácil crear cuando resuenan las palabras, las imágenes, las miradas, las manos... La aventura de lanzarse a una conversación con catorce oídos abiertos y catorce ojos como platos. Platos que sienten el valor, la fortaleza, la personalidad, la apuesta por lo positivo.
Platos que dejan de ser platos al salir, al dar las gracias y comprobar que es de carne y hueso como los cuerpos que albergan esos ojos. Platos que dejan de ser platos al interiorizar la experiencia. Al darse cuenta. Al sentir la inmensa capacidad de sobreponerse. La dificultad de la "sobreponición" (¡?¡¿¿??!).
Porque nos cuesta sobreponernos a las cositas pequeñas de cada día. Porque desde el lunes es mucho más fácil sobreponerse. Es un placer tener el recuerdo. Cerrar los ojos, trasladarse a un salón isabelino y dejarse arrastrar por el placer de escuchar. De aprender.
El placer...
Lo que siempre nos acompañará de este mes intenso...
Gracias...
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