Después de tantas horas, piensas: joder, esto tiene que ser antinatural.
Debe de ser el "arranque" lo que te ha hecho cambiar drásticamente de humor.
Ah! No. Ahora recuerdas a tu amigüito del alma: puto carrusel emocional...
El caso es que después del plato combinado viene el café (el segundo del día) y las cervezas.
¿Beber para olvidar?
Nena, así es imposible olvidar. Deja de hablar, coño. Y olvida. O mejor, no olvides, recuerda y sigue en silencio.
Preguntaspreguntaspreguntas.
Esto te pasa por verbalizar.
Ya lo has leído esta tarde. Los señores importantes tenían razón. La memoria es social. Y parte de lo conversacional.
Claro.
No verbalicen. No es bueno. Callen en silencio. Como putas. O como ratas. Pero callen.
Sssssssssssssssssssssssssssssh
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