Por favor, sírvame uno de esos platos combinados.
Que tenga dulce, salado y amargo.
Lo que me gusta es la mezcla y reconocer que el cocinero se merece un aplauso.
¿No hay postre?
Acostumbrémonos a otra cosa, entonces.
Los cambios siempre son buenos.
Ahora nos toca cocinar a nosotros con los nuevos utensilios.
Si aprendiste un día a usar los palillos, puedes aprender cualquier cosa.
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