Exactamente no eres fina y frágil como las gotas que caen del cielo.
Simplemente vagas de espíritu y de cuerpo. Que ocupa, pero no es.
Hoy desde la tarde eres sin esencia.
Manta, sofá y ruido que adormece.
Un pequeño escombro dentro de toda esta felicidad.
Endorfinas en la mente. Necesitas.
Pero el golpe de frío en la cara te atrapa hacia dentro.
Hoy, quizá mañana. No. Mañana no.
Alguno de los pecados capitales se instauran en tu cuerpo.
Y en la mente, que hoy está pobre de sentido y plena de amargura.
Bajemos la montaña-.
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