jueves, 9 de diciembre de 2010

Gente. Más gente.
Bolsas. Luces.
Mirada turbia. Sin enfoque.
Tensión. Nervios. Camino.
Para. Respira y mira a tu alrededor. D i s f r u t a.
Tranquila.
Sí vale.
Pero esto sigue siendo un puto carrusel.
Vale, pues para. Respira. O no pares, pero respira, coño. Respira también esto. No es malo. No. Lo sabes.
Tranquila.
Más gente. Más bolsas. Más metro.
Como si llevases viva en un día de 34 horas.
Por lo menos.
Y lo que queda.
Vuelves a llorar en el andén del vagón del tren del tren del vagón del cercanías. Como en los viejos tiempos. Pues claro. Para melodramas los tuyos. Los de porfuera y los de pordentro.
Ay...En el fondo sabes que todo es por la verdadera despedida. Bueno, por el verdadero hastaluego al sabio señor de ojos rasgados.

qué coños. Bébete una cerveza. Escribe. Túmbate y piensa que esto es positivo.

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