...que te hace dejar de escuchar (te a ti que soy yo, de ti de tú de tú de hablando en 2ª persona de uno mismo, de sujeto subjetivo).
Y te relaja.
Y te hace sonreír por dentro, sin apenas esfuerzo.
Y te estremece de placer al sentir las sábanas de la cama caer sobre ti, ligeras.
Y provoca que tus ojos se cierren (brillantes) escuchando de lejos un aún más lejano susurro.
Y que aunque sea mucho, sería menos si estuviera tu mejilla.
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