martes, 10 de mayo de 2011

O de cuando te llaman maestra.

Tengo sueño.
Estoy cansada. Aburrida y un poco triste.
Sólo pienso en que llegue el viernes.
Y pueda sonreír a gusto.
Y se me vaya todo el cansancio.
O no.

Pero que tenga algún motivo más para estar feliz.
Sí.
De acuerdo. Ahora tengo muchos. Unos 48.
Pero siempre se quiere más.
Por eso del presente. Que el pasado lo atrapa y todo queda lejos.

Quiero ahora. Hoy.
A ti.
Aquí.
Aunque sea para que me mires mientras duermo una siesta en el sofá después de haber comido berberechos y con los ojos medio en vela. No sea que la sombrilla vaya a partir la cara a alguien.

Qué dirán los viejitos cuando me ven pasear en bragas. Quizá el azul fosforito sea demasiado para sus retinas apagadas.

Y yo ahora no hago más que contar.
Mientras me duermo.
Un, dos, tres...
Queda menos.

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