Necesito llorar. Pero no puedo.
Quiero vomitar. Pero no puedo.
quiero que me deje de doler. Y no sé cómo.
Es como si una gran llave de hierro hubiera cerrado algún extraño baúl que me hace estar así. Dura. Eterna. Bloqueada.
La angustia me permite caminar, responder al teléfono e incluso alegrarme por momentos.
Me atrevería a decir que hasta a ser feliz.
Pero todo tiene un trasfondo falso que no sé muy bien donde se rompe.
Da igual. Que acabe. Quiero salir. YA
YA de YA.
Quiero irme a Valladolid. Rápido. Y no tener que hacer nada. Que escribir. Que llamar. Que entregar 30 páginas escritas. Que no parar ni un minuto.
Quiero ir donde el tiempo se para y sólo sirve para que tú y yo nos entendamos.
Dónde esté la llave.
A ese lugar y no a ningún otro.
2 comentarios:
Aguanta. Habrá días mejores.
¡Ánimo!
:)
Gracias...
Publicar un comentario