domingo, 13 de noviembre de 2011

Y no había cerveza fría en la nevera

Noventa y seis páginas por leer.
Por decir.
Por contar.

Y estoy como si nunca hubiera escrito nada.
O como si hubiera escrito demasiado.

Todo se agolpa.
Y lloro. Sin poder evitarlo.
Es una mezcla de "ya está aquí" con el "puedo", el "qué de putamadre" y "el me faltas más que nunca".

Porque lo jodido y lo bonito son las presencias y las ausencias.
Y el poder compartir.
Que no termino yo de hacerlo.
Y a ratos camino como si no pasara nada. Como si me corazón se hubiera convertido en un trozo de alcornoque. Relleno de corcho.

No hay comentarios: