Y hoy, sí hoy, hace un rato, cuando le contaba a mi colega qué cojones hacía con mi vida, cuando filosófabamos de lo bonito que es irse a Grecia, a la locura de Atenas, sólo por amor y porquesinoahoracuándo, me he dado cuenta de que aún te echo de menos.
Aún quiero llamarte.
Aún no asumo que hay cosas que empiezan y que acaban.
Así que si quieres, respóndeme. Atrévete.
Así que si quieres, respóndeme. Atrévete.
O no.
Enfréntate con tus fantasmas.
O no.
Yo mañana cojo el coche y me escapo. Al mar. A la música.
Y pensaré que esos putos músicos no te llegan ni a la suela del zapato.
Y pensaré también que ese puto mar no es bonito si no es contigo al lado.
Y pensaré que disfruto de mis colegas porque me lo merezco.
Y disfrutaré de mi cumpleaños.
pero por favor, contesta.
Sé amable.
Sé amable.
Dime que sí, que me echas de menos.
Qe tienes ganas de verme.
Qe tienes ganas de verme.
De cantar conmigo canciones de Love Of Lesbian y cortarnos las venas juntos. O hacernos el amor hasta reventar. Aunque llamen de Brasil.
O de Italia.
Aunque llamen de alguna parte a donde ya no pertenecemos.
Porque sólo estamos tú y yo aquí y ahora.
Y lo demás qué coño importa si nos ponemos poéticos e incluso contemporáneos.
Porque ya sabes que yo siempre fui de postdramatismos. Y que las medias tintas no me valen.
2 comentarios:
Suerte en esa escapada :)
¿Sabes qué, querido Cartier? Que no hizo falta la llamada... de repente el amanecer de la playa apareció en la pantalla de mi teléfono. Como si alguna fuerza extraterrestre hubiera contado mis planes secretos...
Publicar un comentario