De viejo.
De amor.
Yo sólo quiero morir de amor.
Por eso ayer estuve a punto de hacer la maleta, meter dos abrigos, un par de guantes y unos cuantos gorros y salir a buscarte.
Porque lo fácil no me apetece. Porque con estar a gusto no me vale.
Yo me quiero volver loca de amor.
Como antes.
Si no, no me vale. Es pasar el tiempo en compañía.
Yo quiero volver a volar.
A caminar un palmo por encima del resto.
Si no, no me vale.
A sonreír de forma estúpida.
Ir al Mercadona y cerrarlo después de hora y media eligiendo el suavizante y aprovechar los puntos ciegos entre los pasillos del detergente y los licores para besarnos a escondidas.
Porque lo que no es eso, es amor para aficionados.
Pero yo estoy loca. Y quiero enloquecer más.
Y morir de amor.
Y de deseo.
¿Cuánto tengo que esperar? ¿Kilómetros por recorrer? ¿Maletas? ¿Nieve? ¿Baquetas? ¿Gatos salvajes?
QUE ALGUIEN ME DIGA DÓNDE TENGO QUE ENCONTRARTE PARA VOLVERME OTRA VEZ LOCA DE AMOR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario