viernes, 22 de octubre de 2010

Y de postre, chocolate.

Lo mejor de estos días es la hora de la comida.
Algunas cosas toman sentido.

Hoy me apetece ponerme exhibicionista. Sacar una de mis estupendas fotos de blanco y negro.
Pero no. Lo que tengo que hacer es sacarlas de paseo original. De esos que hagan que benditos productores se enamoren de mi rostro.

Pero si la hora de la comida se dilata o la de la cena vuelve a ser a base de cervezas con estómago vacío, quizá el resto sea también más fácil.
O llevadero.

Y me suba a un columpio y salte hasta el sol agarrada en tus ojos azules.

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